viernes, 11 de marzo de 2011

Confieso

Pues si, confieso que estoy conmocionada con lo de Japón, con las alertas de tsunami, con que un día la tierra nos despierta a todos y nos recuerda que somos simples mortales.

Confieso que hace 7 años unos trenes, cargados de hombres y mujeres, como nostros explotaron y yo me desperté con el televisor con la certeza de que nada volvería a ser igual...y gente hizo cola para donar sangre, y hasta allí se acercaron médicos en prácticas, médicos ya jubilados, gente pidió el alta voluntaria en los hospitales, se arrancaron bancos para hacer de improvisadas camillas...Y lloré a escondidas una semana seguida, lágrima a lágrima de pena e impotencia, imaginando carpetas, carteras con fotografías, teléfonos móviles llamando sin que nadie los contestara nunca más.

Conmocionada examinando que cuando todo parece fallar parece que nuestra aldea global sigue unida a través de tres letras ya universales: www, símbolo denostado en ocasiones y en otras fuente imparable de revoluciones y cuna de la libertad que conecta al mundo y acerca distancias insalvables.

Impresionada de las declaraciones que escuché en la cadena Ser a un residente español en Japón: "...todos seguían caminando, el metro no funcionaba pero no se notaba pánico ni caos, seguían adelante como pensando que esto es lo que hay hay que asumirlo, como con resignación..."

Reflexionando acerca de que, aunque parece que las previsiones de los tsunamis ya no son tan aterradoras, se preveían olas de mayor altitud que la altitud media de algunas islas y se sabía la hora exacta a la que iban a tocar tierra.

...y yo que no se si creo en Dios todavía, sólo se me ocurrió en ese momento rezar, solo quería rezar porque es terrible saber con certeza que, llegadas las peores previsiones, no se puede evacuar a todo el mundo. Que habrá gente que, como poco, lo perderá absolutamente todo.

Que Dios los ampare, la poca o mucha fe que tengo, absolutamente toda, está con ellos. Así que...

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS.

mis visitas...

lo más leido, por orden de lo más leido, claro...