Somos lo que nos negamos y lo que nos damos.
Mi frío que te quema, tu sabor salado que me envenena.
Ese escalofrío, lo único que es verdad
Tu saliva en mi saliva.
Tu prisa, tu rabia.
El desgarro de mi voluntad.
Mis oraciones rogando piedad al mismísimo diablo
y aún así no encuentro paz
...pero no, no es amor lo que quiero que me regales.
Déjame gritar por favor, déjame gritar.