jueves, 14 de abril de 2011

Live And Let Die



Zürich, son las 8:00 de la mañana y eres amablemente conducida a una sala con las paredes blancas y un enorme ventanal de cristal. Sólo hay una impecable mesa de madera oscura y una silla. Te han entregado la llave de la caja de cuero que hay sobre ella en en una pequeña bandeja.

Todavía no saben que les has traicionado. En una hora comenzará la caza.



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