Dime algo que no sepa, después de todas estas canas, mis peleas y mis ganas.
Después de subirme el vaquero, de abrocharme la camisa, de quitarme el sombrero y el sujetador
Cuéntame esa historia bajito que no me la voy a creer, pero que sea al oído.
Cuélate esta noche, que la mañana siguiente de echarte a patadas
...ya me encargaré yo.