martes, 19 de junio de 2012

Mientras ellas duermen

Una vez se lo dije, puede que varias y no me creyó: "yo siempre termino por hacer lo que tengo que hacer, yo siempre hago lo correcto, siempre hago lo que está bien"

Sólo sonrió y dijo "por eso es tan atractivo que ahora no quieras hacerlo"




Me voy dando cuenta de las cosas a ráfagas.

Como destellos de intuición de lo que tengo que hacer. Es como si un fotograma me indicase exactamente cuál es el paso. Una orden de mi subconsciente que acaba de procesar en una milésima de segundo toda una larga cadena lógica de circunstancias objetivas, razonamientos y decisiones.

  Puede que sea mi terquedad la que me impide tomar decisiones hasta ese momento. Pero no creo que sea eso en realidad. No me considero dubitativa tampoco: es sólo que tiene que llegar
"Ese Momento"


Se lo dije, fueron varias veces. No me creyó. Ahora soy yo quién está empezando a creerlo:

yo siempre hago lo correcto.







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