"- Esta noche usted dormirá en la carcel amigo.
- Se equivoca, caballero, efectivamente pasaré la noche en la carcel. Sin embargo, al menos podré decidir si duermo o no."
Lo bueno de tener un blog es que se convierte al final en una caja de Pandora donde vas guardando todas tus tempestades encriptadas, segura como la caja negra de un avión en el fondo de un océano.
El castillo que te dibujaste, aunque a veces deambules por él como el fantasma de un rey decapitado que busca su corona sin darse cuenta de que lo que perdió fue eso: la cabeza.
El reflejo de tu mente. Un laberinto infinito. El Bosco, Munch, el cuadro de Klimt en el que estás pensando.
Chilla lo que quieras, hasta quedarte sin voz. Besa a quien quieras. Puedes reir, llorar, pelear, enamorarte, caer en la cuenta...
Se feliz. Disfrúta. Grita si quieres: nadie va a oirte.
En la misma mesa de siempre. En aquel elegante café se sentaría todos los días Ma-dame hasta el último.
Recordando una y otra vez cada detalle. Sin encontrar la salida al laberinto de su mente ya nunca más.
Era sin ningún género de duda, demasiado joven para ella, ¿era demasiado bello quizá? Era "so sweet..."
Por última vez aquellos meses su piel se estremecería y lo haría bajo sus manos "...like a virgin".
La esperanza del ahorcado.
Noche tras noche. Amándole. Bañada en sudor, dejándose la piel. Dejándose amar . Ardía, hora tras hora en una llama que parecía infinita hasta que, al fin, se consumió.
"Tenemos que hablar, he conocido a alguien. Lo siento"
Por fin el veneno que acabó con su alma. ¿Por qué? Si en realidad, siempre lo supo.
"you´re not the one for me, you´re not the one for me..."
Sentada en esa plaza. Mirándote mientras hablas. Sin decir lo que quiero decir.
Que por favor, no te vayas.
Tratando de ser fuerte. Tragando saliva. Tragando lágrimas.
Pensando que no soy lo suficiente importante para que te quedes.
Pensando que te necesito. Encogiéndome de hombros, siguiendo adelante.
A.
Sentada en ese despacho.
Mirando como fumas. Admirando tu desparpajo. Tus tablas.
Fascinada por tu elegancia. Por tu seguridad. Tranquila, reconfortada.
A
Mi blusa beige, mi pelo liso, mi pantalón vaquero. Mi juventud. Mi primer sueldo
Vosotros. Os echo de menos. Me gustaría volver.
Te sientas al borde de la cama con los ojos abiertos como platos. Permaneces así unos minutos. Como un autómata te levantas y comienzas a caminar despacito, como si, a pesar de todo,a pesar de no estar consciente, tuvieras miedo de tropezar con algo, de lástimarte.
Los mismos pequeños pasitos que probablemente daría un ciego que no conoce los rincones de tu casa.
Con los ojos abiertos vas pasando la mano por la pared con suavidad. En algunos momentos las dos manos. Lentamente. Con la carne de gallina. Tus ojos parecen todavía más grandes de lo que son y tu expresión es la de un niño asustado. Respiras al principio con dificultad. Cada vez con menos.
Giras la llave. Abres la puerta y sales. Te paras un momento
Un tirante de tu camisón blanco que te llega justo hasta las rodillas cae por tu brazo. Lo subes y lo colocas en su sitio. Tienes los pies descalzos. Has dejado la puerta abierta.
Comienzas a bajar escaleras poquito a poco, con un intenso miedo, tu mano se va apoyando con suavidad en el pasamanos. Prácticamente a oscuras.
Estás delante de una puerta. Tu mano se queda unos instantes en el aire. Llamas una sola vez al timbre.
- ¡¿Qué pasó?! ¡me has dado un susto de muerte!...
Miras al suelo.
- Hey!...Dios mío estás helada. Pero qué...?
Levantas la vista.
Tu mano en mi barbilla. Tus ojos frente a los míos. Sonríes.
- No estás despierta...
Me abrazas con suavidad. Me acurruco como un niño. Cierro los ojos. Son las tres de la mañana.
Es hoy el día de reflexión de verdad?
Lo fue hace dos días?
Lo fue el 15M?
Qué nos conviene? qué nos compensa? qué nos conmueve? qué es lo que nos mueve?
No lo sé, creo que ninguno queremos reflexionar realmente hoy.
Al menos yo, al menos tú. Al menos Sol.
De lo que están llenas las plazas es de lo mismo. Porque todos queremos lo mismo y estamos hartos de lluvia.
Decide: sólo dos minutos de ingravidez donde tocarás el cielo con la punta de los dedos o no sentirlo jamás. No hay una anestesia más potente ni mayor descarga de adrenalina. Totalmente inmune,inmortal, invencible. Y esos dos minutos serán el resto de tu vida. Si creías haber vivido hasta entonces, te equivocabas.
Eso si, el despertar será terrible. Puede que te arrepientas hasta del día que naciste.
No puedes dormir. Te duele. Te cuesta respirar.Quieres llorar, lamentarte, esconderte.
¡No te dejes vencer!.
¡Pelea! sigue adelante aunque te duela hasta el alma, aunque te duela el corazón. Aprieta los dientes no mires atrás ¡Pelea!
¡No digas que tienes miedo! Te educaron para vencerlo. Te enseñaron a luchar.
Te mostraron como ser fuerte.
¡Sigue adelante! ¡Pelea!
Hoy alguien, una mujer que conozco hace tiempo, con toda la buena intención del mundo me dijo: "La lealtad no se paga, pero no te arrepientas, no te sientas mal, has aprendido cosas, a disntinguir a que dedicar tu tiempo y a que no, has conocido personas y así se hace callo"
Intento pensar que si. De verdad que lo intento. Creo que cuando lo consiga será estupendo y me sentiré muy tranquila conmigo misma.
A pesar de las ausencias
A pesar de las presencias
de la duda y el desengaño
de la risa del beso y de la tempestad
de tu mano en mi espalda
de tu voz en mi oido
de mi nudo en la garganta
de querer y no poder
de mirar y de no ver
de saber y no entender
a pesar de ello y tanto más
"Lo he pensado y he decidido que el cielo no es para mi. No quiero estar sola, aquí dentro está muy oscuro y nadie nos verá ni nadie tiene porque saberlo. Tu me gustas, así que voy a preguntártelo una sola vez ¿quieres venir?"