No se puede decir que me mentiste, no, en absoluto lo has hecho. Yo me mentí a mi misma.
Tampoco que me hayas hecho daño porque me lo hice yo tatuandome ese nombre que hoy no tengo derecho ni a pronunciar. Dejándote que me lo hicieras donde más me podia doler en un extraño juego tan dulce como sádico.
Y si lo pienso duele, la pena del no pudo ser. O más bien la rabia y la angustia del nunca lo fue, maldita sea, que estupida.
Si sólo era un juego? Porqué ese malestar?
Asi que como buena tigresa rugiré mi furia y seguiré.
Como una fiera a que calculo mal su fuerza y se encontró un doloroso rasguño...
Me pregunto si realmente te gustaría lamer esta herida en el fondo de tu alma.
Sólo es un juego. Estabas durmiendo. Despierta, despierta....
; )
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