domingo, 19 de diciembre de 2010

Dame tu mano, ven conmigo.


   No, no estás soñando, no enciendas la luz, está mejor así...soy yo, estoy aquí. ¿Me ves?

   He venido porque sé me necesitas. Has estado dándole muchas vueltas pero finalmente debes reconocer que es así. En el fondo tú querías que viniera, lo deseabas. En el fondo tú me has llamado y aquí me tienes. No te sientas culpable, estoy aquí para ti. Estoy aquí por ti.

  Noto tu respiración entrecortada. No te asustes, voy a acercarme para que puedas verme mejor y voy a tocar tu rostro ¿de acuerdo? tiemblas ¿estás sudando? vamos, bebe un poco de agua, te sentará bien.

Me voy a sentar a tu lado para que te tranquilices.  Dame tu mano,¿estás nervioso? no tienes que estarlo, relájate... Las mías están frías pero no te preocupes es normal en mi.

    Dime ¿qué es lo que deseas? sabes que no habrá límites, podrás tener todo lo que siempre quisiste... Sólo tienes que hacerlo poco a poco, lentamente. Al principio te vas a sentir de un modo extraño, violento, pero después te va a gustar. Te lo prometo.

  Pronto será como si hubieses nacido para esto. Te sentirás poderoso. Te vas a sentir como un dios. Levántate, ven conmigo, yo te mostraré como...¿Quieres saber mi nombre? Me haces sonreír...

    Está bien, si eso es lo que quieres, entonces creo que te lo susurraré al oído: mi nombre es... Mentira.

2 comentarios:

  1. Que certera y terrible es la voz de la mentira.
    Espléndido y estremecedor al tiempo.
    He disfrutado...

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias! ¡me ha gustado mucho eso de "estremecedor"!;) y muchas muchas gracias por leerlo :)

    ResponderEliminar

mis visitas...

lo más leido, por orden de lo más leido, claro...